CLAM – ES

Una asignatura pendiente

Los antecedentes previos a la realización del seminario de “Género y Sexualidad en el Ambiente Virtual de Aprendizaje” fueron reveladores. En varios países de la región son escasas, e incluso nulas, las iniciativas de formación de profesionales que aborden transversalmente temas de género y sexualidad desde una perspectiva de derechos, siendo aún menos frecuente la formación a distancia sobre el tema.

En ese contexto, el seminario realizado en Chile durante los días 10 y 11 de abril, se transformó en el escenario ideal para asumir esta asignatura pendiente y abrir un espacio de diálogo e intercambio de experiencias, enfoques y visiones en torno al tema de género y sexualidad desde la perspectiva de los derechos humanos y la justicia social.

Durante los dos días del encuentro asistieron más de 80 profesionales entre expertos y expertas en educación en sexualidad y derechos de diversas universidades, organizaciones no gubernamentales, y funcionarios de diferentes ministerios y organismos del gobierno responsables de programas y políticas relacionadas al tema del seminario. Cabe destacar la presencia de autoridades de la sede Santiago de la Universidad Nacional Arturo Prat (UNAP), el director de la Escuela de Pedagogía, la directora de la Escuela de Trabajo Social y varios académicos de esas escuelas, interesados en el tema y la implementación del futuro proyecto piloto de educación a distancia que será impartido por esa casa de estudios durante este año.

La actividad fue convocada por el CLAM y organizada en Chile por Teresa Valdés, investigadora del Centro de Estudios para el Desarrollo de la Mujer (CEDEM), con el apoyo la Universidad Nacional Arturo Prat.

En la oportunidad, se presentaron tres experiencias educativas virtuales: una efectuada por el Ministerio de Educación de Chile (MINEDUC) en su Plan Nacional de Educación en Sexualidad y Afectividad; otra realizada por el Centro Chileno de Medicina Reproductiva del Adolescente (CEMERA); y el Curso Piloto de Formación a Distancia en Sexualidad y Diversidad en la Escuela, desarrollado por el CLAM Brasil, en colaboración con el Ministerio de Educación las Secretarías Especiales de Políticas para las Mujeres y de Políticas de Promoción de la Igualdad Racial y con el apoyo del British Counsil.

En su presentación, Angélica Wilson, subdirectora de CEDEM, enfatizó el desafío de conjugar esfuerzos para emprender acciones encaminadas a propiciar cambios culturales que contribuyan a la superación de situaciones de discriminación y a la formación de una sociedad que propicie valores de respeto a la diversidad y a la diferencia en igualdad de condiciones.

En esa misma línea, Horacio Sívori, Coordinador del CLAM para la Región Andina y Cono Sur, precisó que pese a que la educación sexual se encuentra en la agenda política de ministerios, programas especiales y lineamientos generales, “la incorporación de esos contenidos en la malla curricular es lenta, cuando no se encuentra estancada”. Ante ese panorama, continuó el experto, “estamos comprometidos a incidir políticamente y somos concientes de la importancia de generar compromisos oficiales que garanticen el acceso de las alumnas y alumnos de todos los niveles y la formación docente para tal fin”. Refiriéndose a la contribución concreta del proyecto del CLAM, el Coordinador Regional señaló: “Nuestra propuesta es la de generar experiencias documentadas y evaluadas ­ de formación de docentes, de las cuales sea posible aprender, perfeccionarlas y expandirlas para alcanzar un número cada vez más alto de profesionales capaces de reflexionar sobre el lugar del género y la sexualidad en la educación y de transmitir esa actitud y esos conocimientos a sus educandos.

La presencia de María de la Luz Silva, Coordinadora de la Secretaría Técnica de Educación en Sexualidad, Afectividad y Género del MINEDUC, apuntó en esa dirección. La profesional, en entrevista con el CLAM, reconoció la importancia de la formación inicial con los docentes en la universidad y el beneficio de intercambiar experiencias y conocimientos, además de coordinar articulaciones comunes y distintos tipos de apoyo.

“Creo que un primer aporte que podría hacer el Ministerio es proporcionar al CLAM información estratégica de diagnóstico en esa área en particular. Por otra parte, el CPEIP (Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas) está trabajando en la reformulación de las mallas curriculares de las universidades, pero a través de la formación de formadores, o sea, maestros de maestros, que son los profesores de los profesores. Creo que hay un amplio campo de trabajo, con bases de conocimiento mutuo”, precisó. A su juicio, la calidad del trabajo que ha venido haciendo el CLAM es una “tremenda carta de presentación para abrir espacios en este tema”.

La experiencia de educación sexual a distancia del MINEDUC fue presentada por la Doctora en Psicología y profesora de la Universidad de Chile, Irma Palma, responsable del Postítulo “Educación en Sexualidad y Afectividad”. La profesional explicó que en el año 2005, se planteó el desafío de desarrollar un programa de capacitación para 100 profesores y profesoras con rol de orientadores/as. En 2006, este programa continuó en otras regiones del país con 350 participantes, asumiendo la doble modalidad presencial/virtual.

En modalidad virtual, en este año se diseñó el curso de actualización de Postítulo “Educación en Sexualidad y Afectividad. Una Mirada al Marco Curricular para Profesores de Comprensión del Medio Social y Natural, Comprensión de la Naturaleza y Biología”.

La psicóloga chilena explicó que la metodología de aprendizaje desarrollada en el curso se nutrió de las teorías constructivistas del aprendizaje significativo, de mapas conceptuales como estrategia de apoyo a la reflexividad, y del análisis de casos como centro de la creación de situaciones de aprendizaje. “El ambiente virtual fue valorado y utilizado como una instancia privilegiada de fomento a la reflexividad y autoevaluación, donde el sujeto se pregunta sobre lo que aprende y cómo aprende”, indicó.

Cada módulo se organizó en tres momentos secuenciales: problematización, información y aplicación. Hubo además, cursos electivos de 24 horas-reloj, que condujeron a mención especial. Finalmente, se inscribieron 1.679 profesores en el campus virtual, de los cuales 954 ingresaron y participaron. En tanto, la cantidad preliminar de participantes certificados fue de 462 profesionales. Irma Palma comentó que, para este año, se pretende ampliar el curso a 5.000 participantes.

La segunda experiencia educativa virtual presentada, “Educación Sexual: Adolescencia Tiempo de Decisiones”, desarrollada por el Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente (CEMERA), tuvo una característica que la distinguió del resto: está dirigida a profesionales de la salud, tales como médicos, matronas, enfermeras, asistentes sociales, psicólogos, terapeutas ocupacionales y otros, así como a Centros de Atención de Niños/as y Adolescentes. Un porcentaje menor (cerca del 30%) lo constituyen docentes que se desempeñan en el sistema escolar formal.

Para el médico cirujano Ramiro Molina, gestor de la iniciativa, las lecciones aprendidas en su experiencia educativa pasan por la convicción de que un programa de educación sexual es un proceso largo y complejo, donde es fundamental considerar a la comunidad escolar: profesores, administrativos, alumnos, padres y apoderados. Es por ello que se debe incluir en los consejos de curso y en las reuniones de padres y apoderados para no sobrecargar el currículo.

El especialista recalcó el hecho que “la educación sexual se ha transformado en un tema de carácter valórico y, como consecuencia, de carácter político, que se transa en la negociación entre los poderes fácticos, por lo que es necesario contar con el apoyo del Ministerio de Educación”.

Desde el año 2005 a la fecha, CEMERA (unidad académica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile), ha capacitado 3.011 profesionales con una edad promedio entre los 42 y 44 años, 80% de los cuales son mujeres y un 70% profesionales de la salud, mientras que el 30% corresponde a docentes de aulas de clases.

La importancia de la presentación del Proyecto Género y Diversidad en la Escuela realizado en Brasil, radicó en la posibilidad de compartir las lecciones aprendidas en dicha experiencia.

El curso se ofreció a docentes de Educación Fundamental y a gestores educativos de la red pública brasileña, en especial a educadores/as de 5ª a 8ª series de la Educación Básica Primaria. Además, participaron gestores de las secretarías estaduales y municipales, y orientadores educacionales. Ellos estuvieron organizados en grupos de 36 alumnos/as aproximadamente, con un/a profesor/a on-line para cada grupo.

Con 33 monitores entrenados y 4 orientadores temáticos, el curso tuvo una carga de 200 horas: 30 de ellas en aulas presenciales y 170 horas vía Internet. Las clases presenciales tuvieron lugar en cada municipio entre los meses de mayo y junio de 2006. La etapa de educación a distancia, desarrollada entre el 5 de junio y el 12 de septiembre de 2006, incluyó cinco módulos organizados a modo de promover un debate articulado de las cuestiones relativas a la discriminación de género, étnico-racial y de orientación sexual.

Para la Coordinadora de Educación a Distancia del proyecto, Laura Coutinho, el objetivo del curso fue ampliar la comprensión de los profesionales de la educación sobre la dinámica de los procesos de discriminación –específicamente el racismo, el sexismo y la homofobia– posibilitando el fortalecimiento de acciones de combate a los mismos.

La metodología utilizada estuvo destinada a que el profesor presentara sus conocimientos previos en relación a los temas de estudio, adquiriera nuevos conocimientos a partir de lecturas de textos creados especialmente para el curso y de otras fuentes, discutiera los conceptos con sus pares, cuestionara sus certezas provisorias, percibiera los cambios en sus valores y creara una situación didáctica a ser aplicada en la escuela.

Para ello, las actividades de aprendizaje que se promovieron fueron lectura de textos sobre el tema, consulta al material complementario indicado, páginas web, videos, libros, artículos, estudio de casos, con un fuerte componente de discusión orientada por los docentes on-line del curso y producción de trabajos por parte de los cursistas, lo que garantizó la articulación transversal de los temas y el registro de lo aprendido.

El curso contó con 1.756 inscritos, de los cuales se matricularon 1.415 docentes y terminaron 865 (hubo 685 aprobados/as y 180 reprobados/as). “Es nuestra intención, en una etapa ulterior, preparar un proyecto de formación on-line en género, sexualidad, diversidad y derechos que abarque varios países, y abrir un foro regional de discusión entre expertas de las áreas que confluyen en este ejercicio”, reveló Horacio Sívori en el seminario. Por lo pronto, este año se realizará en Chile un piloto de formación de docentes, de manera tal de contar con una experiencia documentada y evaluada que, sumada a la brasileña, dará al CLAM más elementos para encarar este desafío a nivel regional.

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