El 27 de noviembre fue presentado en Santiago el informe <
El evento de lanzamiento se realizó en la Universidad de Artes y Ciencias Sociales (ARCIS) de Santiago y contó con la participación de Erika Montesinos, Directora de Rompiendo el Silencio, Víctor Hugo Robles, activista homosexual, Jaime Barrientos Coordinador del estudio, y Fernando Muñoz, Coordinador del Movimiento Unificado de Minorías Sexuales, MUMS . Numerosos activistas de diversas organizaciones gays, lésbicas y trans participaron del debate.
Jaime Barrientos, psicólogo social chileno y coordinador del estudio, detalló los inicios de la investigación, sus desafíos y expectativas. A su juicio, lo más relevante fue constatar que el prejuicio sexual “lejos de desaparecer, persiste y con mucho más fuerza. Es cierto que ya no son aquellas expresiones burdas ni groseras que se conocían, pero existen manifestaciones más sutiles que tendrán consecuencias en la cotidianeidad de cada uno y cada una de los afectados”, explicó.
Entre los hallazgos recogidos, destacó la información sobre discriminación y victimización percibida en la población LGBTI. Comparando los resultados obtenidos recientemente en Chile sobre discriminación y victimización con aquellos de otros países de América Latina, Santiago es la ciudad donde se encontró el mayor porcentaje de agresiones (84,4%) y situaciones de discriminación (80,3%). Este dato es muy relevante ya que indica que 8 de cada 10 personas asistentes a la marcha han sufrido algún hecho de violencia en su vida debido a su orientación sexual. El profesional aclaró que, a diferencia de otros estudios, en el Chile fueron consideradas las burlas como un tipo de agresión a ser contabilizado. “Sin embargo –explicó Barrientos– si excluimos este ítem, el porcentaje que declara haber sufrido alguna otra agresión (69,1%) aún supera al de otras ciudades Latinoamericanas. Esto vendría a indicar que la discriminación está institucionalizada y eso es gravísimo”, indicó.
Para Erika Montesinos uno de los principales aportes de esta investigación es el propio hecho de haber sido realizada, ya que no son muchos los estudios que abordan estos temas: “siempre debemos basarnos en informes y cifras extranjeras”, señaló. Al igual que en las marchas del orgullo de otras ciudades de América Latina, predomina la participación juvenil, hecho que llamó la atención de la profesional. El 80,1% de las personas entrevistadas tiene 29 años o menos y el 38,5% tiene entre 18 y 21, mientras que el 41,6% tiene entre 22 y 29 años de edad. La proporción de personas mayores de 29 años no supera el 20% del total de participantes. Otro aspecto destacado por la directora de Rompiendo el Silencio fue que el porcentaje de asistentes hombres es superior al de mujeres (54% contra 46%).
La violencia doméstica fue otro asunto subrayado por Montesinos. El 6% de las personas encuestadas declaró haber sido víctima de una agresión en el hogar, es un hecho que motiva a estar alertas y reflexionar sobre los mecanismos de prevención y el rol de las diversas organizaciones al respecto. Asimismo, la encuesta reveló que la mayoría de los entrevistados había comunicado el hecho ocurrido a algún amigo/a (70,6%) o familiares (33,5%). Sólo un 7,4% lo denunció a la policía o juzgado, y un 13,7% no lo contó. El porcentaje de personas que no relataron lo ocurrido es bastante menor que el encontrado en otras ciudades. “Hay un alto nivel de represión, pero muy escasa denuncia, en especial a los organismos que estamos preocupados por estos temas y buscamos defender los derechos de las víctimas de discriminación y homofobia. Es un peligro que asimilemos las agresiones como algo normalizado. Debemos encontrar las formas de promover más las denuncias y encontrar las maneras de dar a conocer nuestros malestares”, concluyó la profesional.
El periodista y activista homosexual Víctor Hugo Robles hizo una colorida descripción de aquellas movilizaciones de activistas luchando por sus derechos desde año 1973, recordó el silencio que se produjo en los años de dictadura y cómo, lentamente, se articularon movimientos de la población LGTB, enarbolando banderas y consignas por sus derechos y reivindicaciones. Robles se refirió también a las diversas fracturas, avances y retrocesos del movimiento hasta nuestros días.
Fernando Muñoz, sociólogo, director del MUMS, organización que lidera la organización de la Marcha y que brindó todo su apoyo a la realización de la Encuesta, explicó que el país vive un momento inédito. La Marcha del Orgullo se ha transformado a lo largo de los años en un acto masivo, relevante tanto por su extensión, duración y contenido, así como por tornarse en un espacio de debate político, abierto y pluralista. “A excepción de la Marcha por la Píldora del día Después –que respondía a una coyuntura política y mediática particular– y la Marcha contra la Violencia, es un hecho que los movimientos sociales marchan cada vez menos. Los homosexuales hemos logrado insertar un espíritu de marcha en este contexto”, precisó.
Con respecto al elevado porcentaje de personas menores de 30 años encuestadas en la Marcha, el sociólogo se preguntó “si efectivamente esta población está más afuera del closet que el resto o nos encontramos con una población adulta que prefiere mantenerse al margen”. Otro aspecto destacado fue el alto porcentaje de personas que se autodefinen como “bisexuales”, sobretodo entre los más jóvenes. “¿Serán –continúa el experto– bisexuales reales, están en una etapa de búsqueda, o sus respuestas tienen que ver también con una moda?”
Con relación a las preferencias de pareja de los entrevistados, Muñoz llamó la atención a la persistencia de patrones tradicionales de género: las mujeres más femeninas y suaves, y los hombres más masculinos. “La población homosexual tiene conceptos super tradicionales respecto de lo femenino y la mirada de lo masculino. Es difícil que una chica se defina como camionera o un chico como loca”, comentó.
Los derechos y la visibilidad son –indudablemente, de acuerdo al estudio– las principales razones para asistir a la marcha, según declara un altísimo porcentaje de entrevistados. “Me siento satisfecho porque llevamos más de 10 años promoviendo y sensibilizando a la población sobre temas de derechos y una ley antidiscriminación; por lo tanto, es relevante que estos resultados salgan en la encuesta. Muestra que se ha logrado instalar un debate y un discurso que está alineado con el tema de la ley y de la igualdad de derechos”, dijo el presidente del MUMS.
Por último –explicó Fernando Muñoz– es importante mencionar que esta investigación arrojó elementos que pueden ser significativos para investigadores y activistas. “No deja de ser interesante que las demandas fundamentales estén consensuadas y que, a partir de ese consenso, sea posible construir y trabajar en una serie de aspectos, llegando a acuerdos que nos permitan una articulación mejor en el trabajo del mundo LGBT en general”, concluyó.
El CLAM desde 2003 ha impulsado la investigación Homosexualidad, Violencia y Justicia en las marchas del orgullo LGBT de varias ciudades de América Latina.
<
Ficha Catalográfica:
Política, derechos, violencia y diversidad sexual:
primera encuesta marcha del orgullo y diversidad sexual
Santiago de Chile 2007 / Jaime Barrientos [et al.] Santiago, Chile: CLAM, 2008. 80p.
Colección Documentos
ISBN: 978-956-7236-21-3
Homosexualidad – Discriminación – Encuestas de opinión pública – Derechos sexuales – Participación Política – Chile