El Observatorio de Violencia por Orientación Sexual e Identidad de Género apenas lleva dos meses trabajando en Cali y Buenaventura y en sus registros ya ha recolectado datos muy preocupantes. En el puerto, por ejemplo, conoció denuncias de una transexual obligada a salir por presiones de ‘paras’ en razón de su orientación sexual. Por proteger su integridad, primero estuvo en Cali y luego se fue a Bogotá. Hoy, no se sabe qué fue de ella.