Tras la boda de Alex Freyre y José María Di Bello, ya hay casi 40 pedidos de parejas del mismo sexo que quieren casarse. Cómo sigue la campaña. La Corte y el Congreso. Los últimos días de 2009 fueron sólo una muestra de lo que vendrá en 2010. El próximo paso será demostrar que no era capricho de unos pocos. Que querer casarse no fue el berretín de jóvenes urbanos aburridos de tan modernos, que la militancia LGTB tiene nombres, y que esos nombres son muchos, tantos como sus reclamos por la ampliación de los derechos civiles.