CLAM – ES

La discriminación que también mata

Natalia Gaitán tenía 27 años. Vivía en un barrio pobre de las afueras de la ciudad de Córdoba, trabajaba en un comedor popular alimentando a sus vecinos y estaba en pareja con una joven una década menor que ella. El sábado pasado fue fusilada a poco menos de cien metros de su casa. Por el crimen está acusado el padrastro de su novia. Ayer a la tarde, en un estado de descomposición muy avanzado, sus familiares enterraron sus restos en un cementerio local. Desde el domingo, el hombre está preso y, el lunes, el arma homicida fue secuestrada.

Texto completo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *