Solicito su Apoyo para la Aprobación del Matrimonio para Parejas del Mismo Sexo
De mi mayor consideración.
Le escribo por este medio para solicitar su apoyo a la Ley de Matrimonio Igualitario.
En primer lugar, creo que podemos alegrarnos de que en nuestro país hoy se esté debatiendo este tema, y que la discusión haya llegado a todos los rincones de la Argentina. Gracias a este debate los diarios de todo el país hablan de las familias de parejas del mismo sexo, mencionan alguna historia de vida local o publican cartas de lectores a favor de la Igualdad. Esta es una realidad que existe en todo el país, y este debate sirve como herramienta para luchar contra la invisibilidad, la marginación, o el exilio a las grandes ciudades de quienes no podían vivir libremente en sus pueblos o ciudades. Y cuando nuestro pueblo vive con plenitud, dignidad y autenticidad, nuestro país es más fuerte.
Sabemos que las presiones en contra de la Igualdad son muchas. Basta leer acerca de la lucha por los derechos de las mujeres, por el voto femenino, o simplemente recordar la conquista de la ley de divorcio hace pocas décadas en nuestro país para comprender que siempre ha sido así. Por diversas razones, siempre hubo quien se oponga a los avances sociales. Siempre alguien querrá opinar acerca de la forma de vivir del otro, o de sus aptitudes. Siempre habrá instituciones que defenderán con uñas y dientes el statu quo. Quienes antes se oponían a derechos para las mujeres o al divorcio lo hacían con discursos casi idénticos a los de hoy. Por ejemplo, quienes se oponían al Divorcio, sabían que existían otras realidades de familia y optaban por “tolerarlas”, siempre y cuando la ley no las validara. La “defensa de la familia tradicional” consistía en asegurarse de que otras familias, diferentes, no accedieran a los mismos derechos.
Que el Estado reconozca legalmente una situación pareciera, de pronto, volverla real, existente.
Pero las parejas del mismo sexo ya existen. A algunos esta realidad les gusta más, y a otros menos. En algunas ciudades son más visibles que en otras. Pero existen en todo el país. Y tienen hijos. De parejas anteriores, por inseminación, o por adopción. Con o sin ley, estas familias van a seguir existiendo, sus chicos van a crecer, y van a formar parte de la sociedad. Pero es su voto el que hará una diferencia positiva en los derechos de esas parejas y el de sus hijos, en toda su vida futura. La que le dará derechos hereditarios, dará responsabilidad legal a los dos padres sobre sus hijos, otorgará derechos de pensión y seguros médicos y tantos otros derechos de los que hoy sólo gozan los hijos de parejas heterosexuales. Es hora de que la ley nos trate a todos y todas por igual.
Por eso creo que es fundamental que respalde con su voto este proyecto. Porque con el Matrimonio Igualitario estaremos, como país, derribando mitos y prejuicios. Estaremos haciendo un país que cuidará a todas las parejas que se aman, y a todos sus hijos. Creo que Usted y yo coincidiremos en el deseo de una Argentina que garantice la igualdad, la libertad y el derecho a la felicidad de todas las personas.
Por esa razón, pido para el 14 de Julio próximo su voto positivo a la Ley de Igualdad de derechos para parejas del mismo sexo. Y le pido también que ayude a que otros legisladores y legisladoras vean la enorme oportunidad y responsabilidad que tienen en sus manos. Defender a las personas y a las familias, implica defenderlas a todas, incluso a las que hoy no existen ni tienen voz ante la Ley.
Le pido que vote con información y libertad.
Sin más, me despido muy atentamente, agradeciéndole nuevamente el haber leido mi mensaje y su apoyo a esta ley.
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