La anorgasmia y la baja de la líbido en las mujeres no es un problema que afecte sólo a una clase social, pero es una mala compañía en la intimidad cuando se suman problemas económicos, muchos niños y habitaciones donde duermen diez personas. Hay agrupaciones que están devolviéndoles la sonrisa a las mujeres. Les enseñan a poner condón, a mirarse la vagina con un espejo y a entender que el abuso no es lo mismo que una relación sexual.