Abortar legalmente en Colombia, en los tres casos excepcionales que autorizó la Corte Constitucional en 2006, se ha convertido en un proceso lleno de obstáculos y frustraciones para muchas mujeres, especialmente para las que acuden al sistema de seguridad social.
Esos obstáculos les han impedido abortar a adultas, jóvenes y niñas que han sido violadas, o que padecen graves enfermedades o cuyos bebés no nacidos tienen terribles malformaciones, como lo autorizó la Corte Constitucional al despenalizar parcialmente el aborto.
A una joven de 18 años, con el síndrome de Prader Willi, debido al cual tiene una edad mental de 4 años, quien fue violada y quedó embarazada, su seguro médico no quiso practicarle un aborto.
Lo mismo sucedió con una niña de 13 años, cuando los médicos y jueces dudaron de su violación.