El 28 de febrero, Mariana Paz esquivó de milagro el tiro que le disparó un vecino de Villa Luro. Un mes después, circuló una carta anónima lucubrada por alguien del mismo barrio. “Echar o eliminar” a las travestis, como Mariana, de la zona, propone la letra que sella una violencia tan intensa que parece de otras épocas, pero que sin embargo se puede advertir tanto en este episodio como cada vez que se reclama “seguridad” a costa de la más elemental protección de los derechos humanos.