CLAM – ES

El drama que enfrentan las niñas-madres

Pelonas, mutiladas, las muñecas de Monserrat yacen por el patio de tierra de su casa, entre ladrillos rotos, trozos de manguera, piedras y moscas. Ella las ha cambiado por otra diversión obligada: juega con Marisol, disfrazándola de princesa, haciéndole peinados y, sentadas en la calle, torteando gorditas de lodo. Por ser mayor, da las órdenes, hace que vende las gorditas y guarda las ganancias. Ríen mucho, y lloran cuando no se ponen de acuerdo. Ambas tienen la mirada profunda y fuerte el carácter. Podrían ser hermanas, pero son madre e hija, aunque se llevan 10 años. Monserrat fue violada a los 9 años, por un vecino de 54. Al quedar embarazada, tuvo que abandonar el cuarto año de primaria, para finalmente dar a luz, con 10 años cumplidos, a Marisol. Desde entonces afronta la experiencia de la maternidad y el estigma de su comunidad.

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