No hubo riña, no hubo discusión, apenas una muerte deliberada y en seco. Pero la defensa de Daniel Torres intenta construir en los tribunales de Córdoba una “lesbiana perversa”, atemorizante, donde hay una víctima. Un proceso que muestra los prejuicios de una sociedad. La construcción de la lesbiana perversa. Así, usando el título del libro de la española Beatriz Gimeno, podría resumirse la estrategia de defensa del abogado César Lapascua, representante de Daniel Torres, el hombre acusado de haber disparado a quemarropas contra Natalia “Pepa” Gaitán una tarde bochornosa de marzo de 2010.