Julio Vilchés, vendedor en una cafetería de Coquimbo, fue insultado y agredido en razón de su orientación sexual. Detenido por 20 horas, fue obligado en tres oportunidades a desnudarse y a mostrar su ano. Luego lo llevaron a una fiscalía, donde nunca tuvo contacto con el fiscal, ni tampoco recibió citación alguna. Tampoco le devolvieron sus pertenencias.