Según informe de la defensoría, el 28% está recluido por agresión sexual. María Julia está a punto de dejar el centro de reclusión juvenil Santa Margarita. Y aunque en ese establecimiento ha asistido a talleres de corte y confección y de cosmetología, sus planes inmediatos incluyen trabajar por su hijo con un carro sanguchero. María Julia ingresó hace unos tres años, cuando tenía 17, con un embarazo en curso y un homicidio a cuestas.