Pocos hospitales bonaerenses practican anticoncepción quirúrgica. Aunque la ley que la autoriza rige desde hace diez meses, muchos hospitales rechazan la intervención por temores infundados. Entre pujo y pujo, y con lágrimas en los ojos, E. V. B. pidió una vez más en la sala de partos que le ligaran las trompas de Falopio. Fue casi una súplica. A los 33 años, estaba a punto de parir su octavo hijo. Y no quiere tener más. Pero la respuesta, la misma que ya había escuchado de otras bocas en el mismo hospital, el Domingo Mercante de José C. Paz, fue terminante: “No”. A pesar de que está vigente hace diez meses, la ley nacional de anticoncepción quirúrgica todavía no se aplica en numerosos hospitales del territorio bonaerense, tanto provinciales como municipales, por la negativa de los médicos a acatarla ante el temor –sostienen– de que no los cubra legalmente frente a un juicio de mala praxis. “Para nosotros no tiene validez”, dijo a Página/12 el director del Mercante, Blas Pugliese. Así, las mujeres que quieren esta opción anticonceptiva deben peregrinar en busca de un servicio de obstetricia que cumpla con la Ley 26.130. O intentar a través de un recurso de amparo que la Justicia ordene la operación, como hizo E. V. B, con el patrocinio legal de una ONG, aunque aún no obtuvo respuesta favorable.