Su nombre es Yefrey, su único delito ha sido transitar por la vía pública en Ate Vitarte, trabajar para que ninguna otra persona se contagie de VIH y haber nacido hombre, cuando ella en realidad se siente una mujer. Para cinco sujetos esto fue demasiado, su existencia les molestó y descargaron cobardemente su furia, en medio de insultos y puñetazos.