A comienzos de 2010, el Ministerio de Defensa peruano sancionó un nuevo reglamento para los Centros de Formación de las Fuerzas Armadas, que establece que para tener y conservar el rango de cadetes, las y los postulantes deben ser solteros y sin hijos. Esta norma castrense se considera discriminatoria hacia las mujeres, por cuanto la sanción de expulsión recaerá exclusivamente en las estudiantes, por ser ellas las que presentan las evidencias de la gestación.
Esta disposición ha sido calificada como inconstitucional por diversos juristas, que consideran vulnera derechos fundamentales garantizados por la Carta Política del Perú, y contraviene los tratados internacionales de derechos humanos suscritos y ratificados por ese país.
Ya en 2008 el Tribunal Constitucional había emitido una sentencia en la que señalaba que la expulsión de alumnas de institutos armados por causa del embarazo constituía una violación de los derechos a la igualdad y no discriminación, al libre desarrollo de la personalidad y a la educación, entre otros.
El Tribunal Constitucional falló en el caso de Yesenia Baca Barturen, cadete de la Escuela de Policía de la ciudad de Chiclayo a quien en agosto de 2008 se le abrió un proceso disciplinario por causa de su gestación. En aquella oportunidad, el máximo organismo intérprete de la Constitución estableció que “ningún manual o reglamento interno de colegio, instituto, universidad o escuela pública o privada, puede tipificar como infracción, falta o causal de mala conducta, el embarazo de una alumna, estudiante o cadete”. Y en caso de que ello ocurriera, la medida debía ser inaplicada por vía judicial.
A partir de aquel precedente, otras jóvenes en la misma situación han podido acogerse a esta sentencia para poder hacer valer sus derechos y continuar sus estudios.
Piden que se derogue
Algunas voces se han alzado pidiendo la derogación del flamante reglamento, como la de la abogada Pilar de la Torre, integrante del Programa Derecho a una Vida sin Violencia del movimiento feminista Manuela Ramos.
“No es posible que el reglamento interno de una institución del Estado vaya a contracorriente de la Constitución Política y vulnere, en la práctica, los derechos de un sector específico del alumnado. Y menos aún si existe el antecedente de un fallo del Tribunal Constitucional”, comentó la especialista, y consideró que la medida adoptada por el Ministerio de Defensa es a todas luces discriminatoria, en vista que hasta el momento se ha demostrado que sólo las mujeres resultan sancionadas.
De la Torre agregó que el reglamento en cuestión va en contra de la tendencia internacional de promover los derechos de todas las personas y de dotar de oportunidades a los grupos sociales con dificultad para ejercer sus derechos. “Por ese motivo, varios países de la región han eliminado ese tipo de restricciones”, acotó.
Desde esa perspectiva, consideró que es un deber del Estado derogar esta medida “que recorta los derechos de las mujeres y que es incoherente con el marco jurídico nacional e internacional existente”.
Rechazo a la posición oficial
Por su parte, el ministro de Defensa peruano, Rafael Rey, respalda las medidas dispuestas por el cuestionado reglamento y asegura que su intención no es discriminar, sino “generar condiciones para que las y los cadetes cumplan con un adecuado entrenamiento”. “Nadie obliga a las personas a entrar a las Fuerzas Armadas. Si alguien quiere ser cadete, su prioridad deben ser sus estudios. Tener cónyuge o familia cambia esas prioridades”, señaló Rey en declaraciones periodísticas.
En abierta oposición, algunas parlamentarias, como la congresista Rosa Venegas, se han pronunciado a favor de adecuar el reglamento de las escuelas de instrucción castrense a la Constitución vigente, para que las y los cadetes puedan tener hijos durante sus estudios.
Venegas consideró que una disposición interna no puede pesar más que la Constitución, y opinó que ese régimen, además de vulnerar derechos fundamentales de las personas, tiene como efecto negativo menoscabar la paternidad responsable, particularmente entre los varones.