Hace un tiempo, “estar juntada” o “vivir en concubinato” y por lo tanto fuera del matrimonio eran términos que encerraban un aire peyorativo. Así y todo, en la Ciudad de Buenos Aires, las parejas que prefirieron probar con la convivencia antes de pasar por el Registro Civil –o sin intención de hacerlo– se cuadruplicaron en los últimos 30 años. Sin embargo, mientras los modos de regular las uniones fueron cambiando, el Código Civil –escrito en el siglo XIX– se quedó en el tiempo y hoy las parejas “sin papeles” quedan muy desprotegidas en caso de separación o muerte de uno de ellos. Ahora, la reforma del Código Civil y Comercial, que ya ingresó en el Senado, prevé dejar los derechos y obligaciones de los “convivientes” mucho más cerca de los que tienen los casados.