El gobierno porteño suspendió la prohibición de la oferta de sexo. La polémica medida dictada por un subsecretario no fue anulada sino suspendida. El gobierno buscará un consenso con minorías sexuales y vecinos. Proponen capacitar a las trabajadoras del sexo para que actúen como “agentes de promoción ambiental” y evitar así que, por su actividad, se deteriore el lugar.