Cinco desconocidos insultándolo. Una persecución. El pedido de auxilio y una patrulla policial que le responde “ese es tu problema”. Una navaja y una botella rota contra su cuerpo, una y otra vez. Ciento ochenta puntos para suturar las decenas de cortes en su rostro. Todo ocurrió la noche del 27 de octubre del 2007.