La aprobación del matrimonio entre personas del mismo sexo –sin el “candado” contra la adopción de niños– en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), el 21 de diciembre de 2009, es un avance en materia de derechos humanos que convierte a la Ciudad de México en primera urbe de Latinoamérica en permitir que las parejas del mismo y diferente sexo puedan acceder a casarse de forma igualitaria, dice en entrevista para NotieSe la diputada federal Enoé Uranga Muñoz.