¿No es sorprendente que un puñado de pequeñas pastillas blancas, baratas, “revolucionarias”, tenga dividida la opinión de hombres y mujeres en Iberoamérica? ¿cómo así? –se preguntará usted-, ¿volvimos a las discusiones sobre el consumo de la Aspirina®? Si y no. Sabemos que la humanidad ha estado atorada –en múltiples ocasiones- en discusiones que duran siglos, pero hoy no queremos hablar de la Aspirina® precisamente; aunque pensándolo bien vamos a necesitarla, porque el tema del aborto farmacológico se está convirtiendo en la región en lo que llamaríamos un “gran dolor de cabeza”.