El veto censurador aplicado a la película «Lokas», desde la calificación para mayores de 14 años, de Gonzalo Justiniano generó la preocupación del Movimiento Unificado de Minorías Sexuales, MUMS, que solicitó una reunión con la ministra Paulina Urrutia, fundamentalmente para exponer que la invisibilización no es forma de abordar ninguna temática, ante la posible caricaturización de un personaje gay.