Cuerpos sin género, inclasificables, eróticamente ambiguos salen al encuentro de otros cuerpos similares o no. Esto es machinima, la creación de animaciones (en este caso de pornografía queer) utilizando avatares y situaciones de videojuegos como los Sims y Second Life. La vida sexual virtual se presenta como una alternativa, una expresión de la disidencia y también como una nueva perversión.