«Casi morí y es que no supe nada del aborto terapéutico. En el hospital me dieron yodo radiactivo, después salí embarazada y nadie me dijo que no debía. Al cumplir 6 meses me llevaron de emergencia por las hemorragia, me amarraron las manos y me durmieron , sentí como introducían su mano y sacaban a mi bebe y no supe más. Mi hijo solo vivió 20 minutos y pesó 1 kilo 900. Mi esposo peleaba por ver a mi hijo pero ellos ya lo tenían en un frasco para estudiarlo porque tenía deformaciones en sus órganos y como quemaduras en su piel…»