La Corte Constitucional le dio la razón. El periodista estadounidense Chandler Burr apenas se había levantado, cuando recibió la noticia. Una periodista lo llamó a decirle: “Has vencido, ¿cómo te sientes?”, y él supo que el fallo que había esperado durante ocho meses se había producido, que la justicia le había dado el sí a la adopción que había hecho meses atrás de dos menores de edad colombianos que se habían convertido en la luz de sus ojos y que habían sido separados de él por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) después de que confesara que era homosexual y que tenía novio.