Indudablemente el movimiento LGTB crece en el Perú, no sólo en visibilidad a nivel nacional como las diversas marchas en todo el país lo confirman, o en el aumento de los activistas que salen a celebrar el orgullo gay, sino también porque cada vez hay más líderes dispuestos/as a dar batalla en el ámbito legal y en el político, como lo afirman Belissa Andía y Gaby Mariño, líderes internacionales integrantes de la comunidad trans que este año encabezaron la Marcha del Orgullo el pasado 28 de junio en Lima y Ruth Ramos, directora del MHOL.
“Este año 2008 el símbolo escogido para la Marcha de Lima han sido las orugas y las mariposas y es que, así como las orugas requieren de ciertas condiciones (alimento, temperatura, humedad) para poder alcanzar su plenitud como mariposas capaces de volar, los seres humanos también necesitamos de condiciones económicas y sociales que nos den la posibilidad de alcanzar nuestro máximo desarrollo personal y buscar la felicidad”.
Con estas palabras, se convocaba en el Perú la XVII Marcha del Orgullo, encabezada este año por la comunidad trans y que llevaba como leitmotiv, el reclamo de desarrollo con igualdad y equidad para todas y todos los peruanos. Enmarcada en el contexto de la realización de dos Cumbres Mundiales (ALC-CUE, realizada en mayo de este año y APEC a desarrollarse en noviembre), los colectivos que organizan la marcha buscaban poner en debate el enfoque de desarrollo que el gobierno peruano ha celebrado, señalando su paradoja con la exclusión que cotidianamente viven miles de ciudadanos y ciudadanas de las comunidades LGTB.
“A pesar de que el mencionado desarrollo en el Perú se mide con ciertas cifras en azul, la realidad es que travestis, transgéneros, transexuales, lesbianas, gays y bisexuales somos excluidos en razón de nuestra orientación sexual y/o identidad de género: somos excluidos de oportunidades de educación, de trabajo de acuerdo a nuestras capacidades, impedidos de expresar libremente nuestros afectos y de formalizar nuestras relaciones de pareja o constituir familias no convencionales”, explicaron los integrantes del Colectivo Marcha del Orgullo.
El Movimiento Homosexual de Lima (MHOL) por su parte emitió un comunicado, afirmando que “travestis, lesbianas, gays y bisexuales del Movimiento Homosexual de Lima no concebimos nuestras luchas divorciadas de las de nuestras hermanas peruanas y peruanos. En este año de las cumbres mundiales en el Perú, rechazamos enérgicamente el modelo económico neoliberal y entreguista que acrecienta las brechas entre pobres y ricos, que nos excluye, que nos niega el derecho a soñar, a vivir, a ser felices”. Más abajo, el comunicado denunciaba la intromisión de la Iglesia Católica en las políticas públicas y “el accionar cómplice del Estado peruano, que intenta eliminarnos de la Convención Iberoamericana de los Derechos de las y los Jóvenes”.
En esta Marcha del Orgullo, que acompañada por el espíritu festivo de 15 carros alegóricos logró convocar la mayor cantidad de personas hasta la fecha en Lima, la comunidad LGTB manifestaba a través del comunicado mencionado su principales demandas: “Hartas de ser peruanas y peruanos de segunda categoría, exigimos una ley que garantice y promueva nuestros derechos, que sancione a quienes nos violenten y repare a las víctimas; que se reconozca la real identidad de las y los travestis, transgéneros y transexuales; que se reconozca y sancione la violencia cotidiana que las lesbianas viven en el espacio privado, y que su existencia y la posibilidad del placer lésbico dejen de ser negadas; que se responda a los retos de la epidemia del VIH, concentrada en las comunidades de travestis y gays; y que se formulen nuevas currículas educativas que consideren la diversidad y el placer como parte esencial de nuestra existencia”.
¿Cuál es el balance de las líderes LGTB sobre el avance del movimiento en momentos en que el contexto internacional muestra algunos indicios auspiciosos como la reciente resolución de la OEA que sanciona la discriminación por orientación sexual e identidad de género, en Brasil el gobierno convoca una Conferencia Nacional sobre políticas para las comunidades LGTB y en Perú, hace sólo unos días, se entregó, por decisión del Tribunal Constitucional, el primer documento nacional de identidad a una persona transgénero que decidió cambiarse el nombre?
Mayor aceptación hacia la comunidad LGTB
Para Belissa Andía, representante mundial de la secretaría trans de ILGA, que participó activamente en el trabajo de la coalición LGTB encargada del lobby para el logro de la resolución de la OEA, esta resolución, “aunque no es vinculante, tiene una gran trascendencia para los gobiernos que lo han firmado” y podría dar pie para plantear avances. Por otra parte, Belissa reconoce como un avance que cada año haya mayor aceptación hacia la comunidad LGTB, lo que se refleja en la convocatoria a la marcha. “Cada año más gente decide abandonar los closets, pienso que hay más aceptación. No es que esperemos que todos nos acepten pero finalmente gracias a Internet, las noticias en todas partes del mundo demuestran que la problemática LGTB es una realidad no solamente del Perú sino de la condición humana” expresa con optimismo. De la misma manera considera que el fallo del Tribunal Constitucional con respecto al cambio de nombre de una persona trans en el Perú es “bastante alentador en cuanto a lo legislativo y sienta una jurisprudencia que no existía antes. Aunque se haya restringido al cambio de nombre, el gran desafío todavía es que se pueda cambiar de sexo en el mismo documento de identidad”.
Así como el año pasado salió la comunidad lésbica al frente de una marcha en cuyas consignas políticas se protestaba por la no inclusión de la identidad de género en la Ley de Igualdad de Oportunidades, “este año también hemos decidido salir con un enfoque político de desarrollo de nuestras comunidades. Somos discriminadas en el desarrollo de nuestras capacidades por ser gays, trans, lesbianas, pero quizás más por ser trans, al no tener posibilidades de trabajar por nuestra identidad legal” explica Gaby Mariño Presidenta de la Asociación Civil Ángel Azul, la primera agrupación de transexuales, travestis y transgénero que se organizó en el Perú. Ella considera motivo de celebración la resolución de la OEA, ya que es un acuerdo internacional que dará más fuerza al movimiento para la lucha por el respeto a la identidad sexual y la identidad de género.
“La misma sociedad se está sensibilizando porque están participando más en esta marcha, vienen nuestras propias familias, los amigos del barrio. Aparte de la comunidad trans están nuestros amigos heterosexuales que trabajan por los derechos humanos y por la democracia” dice Mariño, representante además de la sub-región andina de ILGA. “Vamos a hacer fuerza, pero más políticamente… no es tanto de calle sino más de cabildeo; estamos trabajando con organizaciones en el sector de salud y por allí estamos articulando… yo veo que este año vamos a avanzar” explica.
Pocos avances a nivel legal y más en el sector salud
Ruth Ramos, directora del MHOL, tiene una postura crítica frente al avance que se está dando a nivel nacional si se lo compara con el entorno internacional en el que se emite la resolución de la OEA o con países como Brasil cuyo mandatario convocó el primer congreso nacional LGTB y donde se habla ya de presupuestos asignados para políticas específicas en salud y educación en el marco del Programa Brasil Sin Homofobia. “En cambio en el Perú tienes un retroceso: dos regidores han pedido en el pleno del Congreso que no se de permiso para esta marcha por ejemplo, entonces tienes una cuestión interna, fuerte porque los grupos conservadores que antes actuaban un poco dispersos ahora realizan acciones muy concretas contra la orientación sexual o el aborto y salen al frente”.
Para Ramos, la resolución de la OEA es muy importante porque es la primera vez que un organismo supranacional reconoce en su lenguaje la acepción de no discriminación para proteger a estas poblaciones. Esto podría significar beneficios en lo concreto dado que cuestiona la posición del canciller del Perú, que se había pronunciado a favor de imponer reservas a la Convención Iberoamericana de los Jóvenes para que no contemplara la discriminación por orientación sexual. “El canciller, conociendo la resolución de la OEA tiene que cambiar, tiene que empezar a cambiar desde su lenguaje”.
De todos modos, según la opinión de Ramos, no hay mayores avances. “Ahora hay un cabildeo fuerte que ha permitido que no se apruebe con restricciones la Convención Iberoamericana por el Derecho de los Jóvenes, por lo menos hemos logrado que la ley regrese a comisiones porque hubiera sido terrible que se promulgue tal cual lo proponían los sectores conservadores del Congreso”. Por otro lado, indica, “no se ha movido mucho el Proyecto de Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género en el que se pide que los crímenes de odio sean sancionados”.
Pero si bien desde la legislación se ha avanzado poco o nada, sí pueden verse avances alentadores en el sector salud, específicamente en relación al VIH/sida. “En el plan elaborado por el MINSA (Ministerio de Salud) para el periodo 2007 – 2008 se considera mejorar la condición de vida de la población travesti y gay, por lo que el Estado peruano tiene que considerar sus derechos y empoderarlos. Que el MINSA reconozca la situación de vulnerabilidad de estas poblaciones travestis y gay es fabuloso, porque siempre ha tenido una posición más cerrada”, cuenta la activista.
Ramos también concuerda con que hay avances a nivel de la opinión pública a pesar de nuevas amenazas que traen consigo una mayor visibilidad: “Antes podían aparecer los términos “orientación sexual”, “minoría sexual” y la gente no captaba que se trataba de homosexualidad, pero ahora hay una mayor difusión por los medios, entonces por un lado hay un sector que se ha polarizado por lo que ellos llaman “la mariconada” pero por otro, tenemos posiciones de los jóvenes que son bastante amplias, bastante tolerantes”. Sin embargo, existen fuertes reacciones adversas con respecto a las manifestaciones de la población LGTB “esto no solo es contra el movimiento LGTB es con todo lo que implica derechos sexuales” finaliza.
Según estas opiniones, se podría afirmar que tanto el movimiento trans como el gay y lésbico estarían ocupando nuevos espacios en el imaginario social y político del país que se pueden considerar positivos. Al mismo tiempo se enfrenta un contexto que no sólo se mantiene hostil sino que ha fortalecido su presencia en la oposición, lo cual recuerda las célebres palabras de Don Quijote “Los perros ladran, Sancho, señal de que avanzamos”.