Luego de pasar a la Comisión de Salud de la Cámara, que acordó algunas diferencias en la redacción del articulado, el 6 de noviembre el proyecto de ley de Salud Sexual y Reproductiva ingresa nuevamente a la plenaria de la Cámara para su aprobación artículo por artículo. El 17 de octubre pasado el proyecto se había aprobado en general, pero sin la sección referente a la despenalización del aborto. Al cabo de estas dos semanas el debate se extendió a la prensa y la opinión pública y al parecer el horizonte se ha modificado con relación al horizonte que se vislumbraba en el momento de aquella votación.
Para Alejandra Gómez, coordinadora de la ONG Mujer y Salud en Uruguay, MYSU, la influencia de los medios y la presión de la ciudadanía fue decisiva en el panorama que se abre ahora para la próxima votación. “El seguimiento de la ciudadanía al debate parlamentario no tuvo precedentes. Se televisó en directo por dos canales abiertos y las repercusiones del debate fueron enormes en la opinión pública. Esto generó que algunos actores políticos que habían votado en contra, o que no habían estado presentes en el debate y cuyos suplentes votaron en contra, se plantearan la posibilidad de incluir nuevamente en plenario los artículos de aborto”.
La opinión del senador Victor Vaillant, del Frente Amplio, discurre por carriles similares. Según Vaillant, en la votación pasada hubo suplentes que votaron de un modo diferente al que habrían votado los senadores titulares. “Para la próxima semana los senadores del Frente Amplio van con mandato de votar a favor de la totalidad de la ley, incluyendo los artículos de aborto que quedaron fuera; por lo que aquellos dos senadores oficialistas que votaron en contra deberían votar a favor. La semana que viene el proyecto será aprobado con la inclusión de los artículos de la despenalización. De este modo pasará ya con media sanción a la Cámara de Diputados, donde la mayoría necesaria ya está asegurada”, aseguró.
Si ese escenario se verifica, explica López, que “se votarían afirmativamente los artículos de aborto y en ese caso tendríamos un proyecto de ley integral aprobado en esta Cámara. Todo parecería indicar que esto va a suceder así, si bien no queremos ser exitistas al respecto. Estas cosas son muy dinámicas y hasta último momento no se sabe bien cómo van a actuar estos actores. Lo que está claro es que se han dado cuenta de que este tema no pasa desapercibido para la ciudadanía, que respalda ampliamente el proyecto de ley – con más del 65 %.”
Para el senador Vaillant es necesario dejar claro que el debate no es a favor o en contra del aborto, sino de su penalización. “Ninguna mujer quiere pasar por una intervención como esa en su cuerpo. Sin embargo somos conscientes de que el aborto se practica en nuestro país. Hay una parte importante de la sociedad, cerca del 40 %, que cree que el aborto debe continuar penalizado por más que convivan en una sociedad en la que se aplica. Ese es un síntoma de hipocresía de la sociedad. El aborto en nuestro país es ilegal, su práctica está penalizada por ley; pero también es legítimo, todo el mundo sabe que se practica y hasta se conoce la dirección de las clínicas que lo realizan. Entonces, es necesario revertir esta contradicción, no tiene sentido mantenerlo en la ilegalidad. Con la práctica clandestina sólo se benefician las clínicas que lucran con esa situación”, declaró.
Es necesario recordar que por más que el proyecto sea aprobado en ambas cámaras, este tendría que sortear el eventual veto del Presidente de la Republica, anunciado en reiteradas oportunidades. “No sabemos con certeza si [Tabaré] hará uso de ese recurso constitucional que tienen los presidentes en Uruguay”, explica Alejandra López. “Si así fuera, la única alternativa que tiene la ciudadanía uruguaya es presionar para que estos temas se debatan en campaña electoral, para no encontrarse luego con estas sorpresas”. Pero todavía falta mucho para eso. “En Uruguay lo que aplica para comprender e incidir en el proceso es su dimensión política y cómo lograr que las mayorías en este asunto sean efectivamente representadas por sus parlamentarios. Que estos sientan que votar en contra del proyecto de ley tiene mas costos políticos que ventajas, y que la despenalización del aborto ingresó en la gran agenda política para no salir de ella hasta, por lo menos, que no haya una respuesta legislativa acorde a la realidad que vive el país en esta practica y a la demanda de la ciudadanía”, concluyó Alejandra López.