Desde el parque Nacional hasta la Plaza de Bolívar, fieles cristianos y católicos rechazaron las políticas que favorecen a las minorías sexuales. «Está bien que los cristianos hagan su marcha. Eso es pluralismo», dijo Germán Rincón Perfetti, abogado y uno de los más importantes líderes de LGBT (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transgeneristas). Rincón estaba parado en la carrera 7a. con calle 24 viendo a las personas convocadas por las iglesias cristianas. Las consignas de los manifestantes eran claras: no al aborto; no a los derechos de pareja y familia para los homosexuales y no a Bogotá como distrito gay. Hombres, mujeres y niños marcharon llevando pancartas, cantando temas religiosos y gritando arengas.
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