En el Hospital Nacional Arzobispo Loayza, unas mil setenta personas que viven con el VIH y Sida, son usuarios del servicio del TARGA- Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad -, de los cuales el 70% de los pacientes de éste servicio, se han visto seriamente afectados por la falta de disposición de uno de los compuestos más usados para inhibir la progresión de la infección por VIH en sus organismos.