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Encuesta del CLAM en México

“Aunque el miedo se ha ido en muchos casos porque ya no se nos persigue, extorsiona o desaparece, seguimos viviendo en forma desigual al resto de la ciudadanía, por lo que denunciamos que visibilidad no es igual a derechos. Hoy en día, muchas y muchos mueren víctimas de la homofobia como forma de la discriminación más exacerbada”. Las palabras de la activista Lol Kin Castañeda, presidente del Comité Orgullo México, reflejan el lado político de una movilización cada vez más visible y festiva, pero que surgió hace tres décadas como forma de protesta por la discriminación y la violencia contra los no heterosexuales.

Bajo un cielo seminublado que por momentos ocasionó una pertinaz llovizna, Castañeda destacó la importancia de recuperar el sentido político de la movilización, por lo que urgió a la Cámara de Diputados y a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, a elaborar leyes que otorguen seguridad social a parejas del mismo sexo y reconocimiento jurídico a las personas transexuales “para que dejen de vivir como indocumentadas en su propio país”.

Durante el discurso oficial que refrendó a la 30 Marcha del Orgullo LGBT como un movimiento político y social, la activista señaló que no obstante el cambio de las condiciones sociales para gays y lesbianas, la violencia prevalece por el simple hecho de ser diferentes. Por este motivo, llamó a modificar los códigos penales para tipificar los crímenes de odio por homofobia en los ámbitos local y federal.

La marcha culminaba con alegría, pero también con conciencia política y orgullo de pertenencia a un colectivo tan político como identitario. Desde el inicio de la movilización un grupo de encuestadores buscó tomarle el pulso a los participantes. Se trataba de la primera Encuesta Marcha por el Orgullo y Diversidad Sexual México 2008, un ejercicio novedoso para México, realizado por el Centro de Estudios Políticos (CEP) de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Letra S y el Centro Latinoamericano de Sexualidad y Derechos Humanos (CLAM), dando continuidad a la investigación iniciada en las Marchas LGBT de varias ciudades de Brasil, Argentina, Colombia y Chile.

En su mensaje, el colectivo LGBT exigió respeto a la laicidad del Estado mexicano “para que se dejen de tomar decisiones a partir de los valores morales y religiosos de quienes están en el poder”. Demandaron a instituciones federales como el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/sida (Censida), acciones efectivas para combatir la homofobia, la discriminación y el VIH/sida. Las cerca de 200 mil personas, según la Secretaría de Seguridad Pública de la ciudad, que ocuparon la mayor parte de la Plaza de la Constitución se sumaron al llamado de Castañeda al Jefe del Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, y al Secretario de Seguridad Pública (SSP-DF), Joel Ortega Cuevas, para que investiguen y aclaren los crímenes de odio cometidos en la capital del país.

En la marcha, que salió del Ángel de la Independencia con rumbo al Zócalo capitalino, participaron 67 contingentes provenientes de diversas partes de la República, así como 97 vehículos que fueron utilizados como plataformas comerciales de bares y discotecas. La movilización además, permitió que el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/sida repartiera 100 mil condones masculinos y ofreciera pruebas de detección del VIH; según reportaron se realizaron alrededor de 200 pruebas rápidas.

Encuesta sobre diversidad, violencia y política.

Un equipo de 65 encuestadores/as voluntarios, coordinado por el CLAM, académicos de la UNAM y la organización civil mexicana Letra S, realizó la Primera Encuesta Marcha por el Orgullo y Diversidad Sexual México 2008, que busca producir información sobre el perfil de las comunidades de la diversidad sexual y conocer sus experiencias de violencia y discriminación, así como sus demandas, politización ejercicio de derechos.

Con el apoyo de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, fue posible completar mil cuestionarios. Se espera que los resultados puedan servir para el diseño de políticas públicas para el combate de la violencia homofóbica. “Este estudio nos ayudará a tener una aproximación al tema, al conocimiento de esta realidad, ya que existe una población que debe ser considerada. Si a la par se logran hacer encuestas en otros espacios, como los censos, tendremos una mejor aproximación”, comentó Alfonso Jiménez, coordinador local del proyecto.

Este tipo de estudio se ha realizado ya en Brasil, Argentina, Colombia y Chile. Los resultados han mostrado que la discriminación y violencia ejercidas contra las personas no heterosexuales representan una problemática regional. Frente a esta realidad, resultan significativos los avances legales como la Ley de Sociedades de Convivencia en vigor en el Distrito Federal mexicano y las iniciativas de políticas públicas contra la homofobia que lleva adelante el gobierno brasileño. En ese país, el Programa Brasil sin Homofobia se benefició de los resultados de la encuesta realizada por el CLAM en las marchas del Orgullo de Rio de Janeiro, São Paulo, Porto Alegre y Recife. Los resultados del estudio de México serán publicados lanzados en forma de libro en ocasión de la próxima marcha.

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