«A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César», hemos repetido todos al unísono, en Occidente, desde hace 20 siglos, como si la benemérita sentencia nos resolviera algo. Bien sabemos que no está terminado el debate que abrieron las revoluciones liberales cuando desde hace dos siglos emprendieron la secularización del Estado. Naturalmente, el centro de las discusiones va cambiando con los tiempos y, hoy por hoy, se ha reducido a la educación y los temas de bioética. (Julio María Sanguinetti)