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Educación sexual en Mesoamérica

Con el objetivo de establecer una alianza entre organizaciones de la sociedad civil para incidir en las políticas públicas sobre educación sexual en México y Centroamérica, la Federación Internacional de Planificación de la Familia-Región Hemisferio Occidental (IPPF/RHO, por sus siglas en inglés) y la Red Democracia y Sexualidad (Demysex) promovieron la realización de la primera reunión de la Coalición Mesoamericana por la Educación Integral en Sexualidad.

Los días 21 y 22 de septiembre, en la Ciudad de México, representantes de organizaciones civiles mexicanas y centroamericanas con trabajo en VIH/Sida, derechos sexuales y reproductivos, participación juvenil y derechos de las mujeres se dieron cita en el Distrito Federal para diseñar un plan que impulse y dé seguimiento en Mesoamérica a la Declaración Ministerial “Prevenir con Educación” . La Declaración fue firmada por los ministros de salud y educación de América Latina y el Caribe en julio de 2008, en el marco de la XVII Conferencia Internacional sobre el Sida , con la finalidad de detener el avance de la epidemia a través de programas educativos y de salud. Entre las metas de la misma, a partir de ahora apoyada por la Coalición Mesoamericana se encuentra reducir en 75 por ciento el número de escuelas que aún no han institucionalizado la educación integral en sexualidad, así como reducir en 50 por ciento el número de adolescentes y jóvenes que carecen de cobertura de servicios de salud para atender sus necesidades sexuales y reproductivas.

La Coalición apoyará a los gobiernos en la implementación de la educación sexual integral en las aulas, capacitar a la sociedad civil organizada con fundamentos científicos y brindar herramientas a las y los jóvenes para conformar su propio “sistema ético de respeto a los otros y de búsqueda del placer”, en un marco de derechos humanos, y no desde una “moral impuesta desde afuera”. En esa perspectiva, Carmen Barroso, directora de la IPPF/RHO, destacó que el impulso dado a la Declaración “Prevenir con Educación” es un hecho histórico no sólo para América Latina y el Caribe, sino para el mundo.

Por su parte, José Antonio Aguilar Gil, coordinador de Demysex, resaltó que la vigilancia del cumplimiento de la Declaración Ministerial se fundamenta en los valores democráticos de la lucha contra la discriminación, la equidad de género y el respeto por la diversidad sexual, la ciudadanía, la laicidad del Estado y el derecho al placer.

Evidencia científica

La Primera Reunión de la Coalición Mesoamericana por la Educación Integral de la Sexualidad fue inaugurada por Mauricio Hernández, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud del gobierno mexicano, quien explicó que las carencias y omisiones en educación sexual hacen que 45 por ciento de las nuevas infecciones por VIH en el mundo se dé en personas de entre los 15 y 24 años de edad.

Para el funcionario de la Secretaría de Salud, en México donde el inicio de la vida sexual ocurre entre los 15 y 19 años, el rezago educativo en materia de sexualidad se traduce en que alrededor de 20 por ciento de las nuevas infecciones de VIH se da en jóvenes. Esa cifra es consistente con el hecho de que un 21 por ciento de los partos atendidos en México corresponde a mujeres adolescentes y una de cada seis jóvenes reporta haber recibido violencia física y sexual a manos de su pareja.

La evidencia científica demuestra que los programas de acción en materia de educación y promoción de la salud sexual ayudan a retrasar el inicio de la vida sexual y disminuyen el riesgo, porque incrementan el uso de anticonceptivos, añadió el representante oficial.

“La región ha perdido liderazgo”

De acuerdo a Luis Mora, Director Regional Adjunto del Fondo de Población de las Naciones Unidas http (UNFPA, por su sigla en inglés), en los años 70 América Latina fue pionera en políticas de educación sexual. No obstante, según su lectura, ha habido retrocesos y “muchos programas desaparecieron”. Después del África Subsahariana, América Latina hoy presenta la mayor tasa de embarazos del mundo. Para el dirigente, la educación sexual “es una asignatura pendiente”, en una región que concentra la población de jóvenes más numerosa del mundo: 200 millones de personas.

Mora comprometió el apoyo a la Declaración Ministerial por parte de las distintas agencias de la Organización de las Naciones Unidas, como son la propia UNFPA, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Fondo Conjunto de las Naciones Unidas para el VIH/Sida  y la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Cultura y la Educación  (UNESCO).

“La orientación sexual es un tema fundamental”

Durante la reunión, José Antonio Izazola, titular del Centro Nacional para la Prevención y Control del VIH/ Sida (Censida) de México precisó que en América Latina son 740 mil las y los adolescentes de entre 15 y 24 años que viven con VIH. El funcionario mexicano planteó que son pocos los países de la región que permiten el acceso de los adolescentes de entre 15 y 17 años a preservativos: sólo México, Brasil y Argentina implementan políticas en ese sentido.

En América Latina la orientación sexual no se incluye en los programas de estudio del nivel secundario, así como las legislaciones no garantizan que los aspectos fundamentales de la prevención del VIH se enseñen en las escuelas, según expuso el titular del Censida.

Compromisos

La Coalición Mesoamericana por la Educación Integral de la Sexualidad, liderada por Demysex y la IPPF/RHO, está integrada por organizaciones de México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Las mismas se comprometieron a sumar esfuerzos con otros actores sociales de sus respectivos países para fortalecer sinergias, diseñar estrategias de difusión y vigilar el cumplimiento de la Declaración Ministerial “Prevenir con Educación”.

Las y los activistas fijaron como meta de su labor el incrementar la demanda social de sectores y actores claves de la sociedad para asegurar el acceso a la educación integral en sexualidad en todos los niveles educativos, y a servicios de salud amigables para adolescentes y jóvenes. Esto depende de la voluntad política y las capacidades técnicas de los gobiernos de la región, especialmente de sus ministros de Educación y Salud para implementar en su totalidad los compromisos asumidos en la Declaración Ministerial “Prevenir con Educación”. El derecho a la sexualidad y el respeto de la orientación y diversidad sexual son aspectos a los que la juventud debe acceder. Por ese motivo se define al placer como un aspecto esencial del bienestar físico y emocional, recalcaron.

Otro de los principios impulsados en la reunión fue el derecho a vivir su sexualidad en todas sus dimensiones en un clima de libertad, respeto y equidad –incluyendo la equidad de género– basado en el crecimiento y respeto de los derechos humanos. El respeto a las diferencias y a la diversidad sexual son elementos enriquecedores de la vida humana. Como corolario, todas las personas tienen derecho a tomar decisiones informadas y libres de presión o discriminación; cualquier forma de violencia es inaceptable. Asimismo, la maternidad y la paternidad voluntarias son un derecho de todas las personas independientemente de su condición socioeconómica, sexo, etnia, orientación sexual, condición física y de salud, afirmaron los activistas de la región.

La educación integral en sexualidad debe ser parte de la currícula escolar desde los primeros años de educación formal. Esta requiere tomar en cuenta las capacidades evolutivas de las y los niños e incorporar la participación de las y los adolescentes y jóvenes en su diseño, monitoreo e implementación, así como apoyarse en metodologías participativas y democráticas que tengan como base las necesidades y percances individuales y colectivos. Todo proceso educativo debe brindar información completa, formar actitudes y desarrollar habilidades para contribuir al desarrollo de un código ético. Las políticas de educación integral en sexualidad deben implementarse de forma intersectorial que incluya acciones coordinadas entre Ministerios de Salud, Ministerios de Educación y la sociedad civil organizada, aseguraron los signatarios de la Coalición.

Un elemento esencial para el éxito de los programas de educación integral en sexualidad es el acceso de las y los niños, adolescentes y jóvenes a servicios de salud sexual y reproductiva de alta calidad, con personal capacitado y sensibilizado. Puntos esenciales de esos servicios son la confidencialidad y el respeto del derecho a la privacidad de los usuarios, incluso de los más jóvenes.

La agenda de la Coalición prevé implementar un mecanismo de difusión de la educación integral en sexualidad enfocado más el área de educación que en la de salud, debido a que la intervención de las autoridades educativas en estos temas es reciente.

La Primera Reunión de la Coalición Mesoamericana por la Educación Integral en Sexualidad fue apoyada por la Fundación Ford-México , la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo Internacional y el UNFPA.

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