Una encuesta revela que los cordobeses que creen en Dios aceptan más la legalización de la interrupción del embarazo que los casamientos entre personas del mismo sexo. Entre los creyentes, la legalización del aborto es más aceptada que el matrimonio gay. El 38 por ciento de las personas religiosas está de acuerdo con el casamiento homosexual, mientras que la aceptación sube al 45,2 por ciento para el caso de la interrupción del embarazo. El 89,9 por ciento de los creyentes está de acuerdo con utilizar métodos anticonceptivos. Este porcentaje entre los no creyentes es del ciento por ciento, es decir que entre creyentes y ateos hay una diferencia de 10,7 puntos porcentuales.