Su modo de ser, de aparecer, de militar, sumado a una serie de hitos a lo largo de la lucha por los derechos civiles y humanos en los que intervino, convierten a Carlos Jáuregui en prócer indiscutido de la historia del movimiento Glttbi argentino. En tiempos, nada lejanos, en que la palabra orgullo no se asociaba con homosexualidad, fue uno de los fundadores de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) e impulsor de las primeras marchas. Murió de sida el 20 de agosto de 1996, para entonces iniciaba una lucha para incluir en el nuevo Estatuto de la Capital Federal un artículo que condenara expresamente la discriminación por orientación sexual. A quince años de su muerte y con la ley de matrimonio igualitario en nuestro haber, recordar es un modo de la gratitud.