¿Qué pasa cuando al frente de una clase hay una persona gay, lesbiana o trans? ¿Se puede hacer explícita esa presencia?, ¿servirá para habilitar el diálogo, para abrir el imaginario de alumnos y alumnas? ¿Quiénes están o estarían dispuestos a escuchar? ¿Cómo se trabaja esa escucha? Preguntas útiles en el camino de construir una sociedad con menos violencia, aunque todavía la mayoría se contesta con silencio.