“En la actualidad 79 países, territorios o regiones del mundo mantienen todavía leyes que criminalizan las relaciones homosexuales consentidas entre adultos. Numerosos casos de violaciones de derechos humanos han sido detectados, desde la denegación del acceso a los servicios de salud a la prohibición de la libertad de asociación, pasando por el encarcelamiento, la violencia y la muerte. El papel de Naciones Unidas y de ONUSIDA en particular es arrojar luz sobre estas cuestiones y alertar a las opiniones públicas para que las cosas cambien”, explica Sidibé, que ha mostrado su apoyo a la nueva iniciativa de despenalización universal sugerida ante la Asamblea General de Naciones Unidas por el presidente francés, François Hollande.