Rehtaeh Parsons, una joven canadiense de 17 años de edad se ahorcó la semana pasada. En noviembre del 2011 fue violada por cuatro jóvenes durante una fiesta y al día siguiente, la fotografía que atestiguaba el crimen empezó a circular en los medios sociales. Parsons y su madre denunciaron el crimen a la policía, pero de nada les valió.
Las autoridades no encontraron la evidencia necesaria para llevar a los presuntos criminales a juicio. Hasta ahora, no ha habido arrestos, aunque el Ministerio de Justicia ha prometido una nueva investigación del caso y una fuente anónima dice tener la confesión de uno de los violadores.