La aprobación de la interrupción legal del embarazo en la ciudad de México generó una discusión paralela: ¿qué hacer frente a las convicciones de los médicos opositores al aborto? La objeción de conciencia, figura que existe en la ley de salud de la ciudad, parece ser la solución, siempre y cuando cumpla con ciertos requisitos que salvaguarden los derechos de terceros.