Dos campesinas, una indocumentada y otra esterilizada a la fuerza, estuvieron en Lima pero fueron ignoradas.
Cada una carga un madero diferente, sin embargo entre las dos se reconocen similitudes: ambas son campesinas que fueron violentadas durante el gobierno del dictador Fujimori, ambas acaban de abandonar Lima para continuar con su lucha en comunidades distantes.