Dada aún la vigencia de prejuicios en distintos ámbitos, los adultos/as mayores homosexuales sufren una doble discriminación: por la edad (edaísmo) y por la condición sexual (homofobia), que los arrastra muchas veces a situaciones de vulnerabilidad, viendo recortadas sus redes sociales, sin espacios donde desarrollar sus capacidades, contar historias, compartir experiencias.