Relato de la dramática experiencia de una madre de Medellín que nunca logró que le practicaran un aborto, a pesar de que su niño no tenía ninguna opción de vida.
Por el contrario, con el avance del embarazo, la salud y nutrición del feto se deterioraban. Maribel, casada y entonces de 30 años, había sido despedida de su trabajo porque sus jefes supieron que esperaba bebé.
Cecilia Orozco Tascón. (C.O.T.)— Maribel, ¿por qué quiso abortar?
Maribel Paniagua Díaz. (M.P.D.)— El 28 de abril de 2006, cuando fui a hacerme una ecografía, el médico diagnosticó que el bebé no tenía líquido amniótico y eso era muy grave.