Aunque llegó a especializarse en educación sexual porque era un tema que a muy pocos interesaba, Mariela Castro –hija del presidente provisional de Cuba– hizo de ese lugar que le dejaron ése en el que quiere estar. Promotora del respeto y la defensa de la diversidad sexual, la psicóloga y pedagoga revisa los temas pendientes de la revolución socialista, que todavía no ha logrado meterse cabalmente en la sexualidad, la intimidad y la paridad de géneros.