La entrada en vigor de la Ley de Sociedades de Convivencia (LSC) representa una victoria ética, jurídica y política de la normalidad democrática que apuesta a la construcción de una sociedad nutrida por la diversidad, expresó el ombudsman capitalino, Emilio Álvarez Icaza. En la sala Digna Ochoa, de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF), Emilio Álvarez subrayó la creciente diversificación de las estructuras de los hogares mexicanos, y advirtió que no basta con negar esa realidad para pretender que no exista. “Lo que vemos es que siete de cada 10 hogares tienen una composición distinta al imaginario colectivo”. A un año de la entrada en vigor de la LSC en la capital del país se han registrado 302 uniones.