A finales del año pasado, el congreso del estado norteño de Nuevo León, dominado por el Partido Acción Nacional (derecha), aprobó una ley para “proteger a la familia natural”; el gobernador vetó le polémica decisión. A lo largo del país organizaciones de inspiración católica han hecho de la “defensa de la familia” su estrategia para influir políticamente en las políticas públicas y predicar en contra de todo lo que, según ellos, ataca a la familia: la educación sexual, las políticas de salud reproductiva, la diversidad sexual, etcétera.