“A nadie le interesa escuchar a las mujeres al menos que estén desnudas”, dicen las jóvenes integrantes de Femen, la organización nacida en 2008 en Ucrania –un país con una población similar a la del nuestro y donde más de 100 mil mujeres están en prostitución– y que desde entonces se ha expandido por buena parte del mundo, incluida América latina.