El caso de una niña de 11 años que quedó embarazada después de que un joven de 17 años abusase de ella ha vuelto a encender la polémica en Argentina sobre la actual penalización del aborto. La ley solo permite la interrupción del embarazo en caso de que la vida o la salud de la madre corran peligro o si el embarazo fue fruto de una violación «sobre una mujer idiota o demente».