Los municipios de muchas regiones, provincias y distritos del país, vienen obligando a las parejas, que desean contraer nupcias, a la realización de un examen prenupcial, que no tendría nada de malo, si es que no se exigiera la prueba de Elisa y peor aún, cuando ésta es condicionante para que el acto civil se lleve a concretar.