La combinación de pobreza, hacinamiento, baja escolaridad, violencia intrafamiliar y celos —este último fenómeno, denominado celotipia, ya es objeto de estudio— forman una mezcla explosiva que conduce a homicidios de mujeres en el Estado de México, cuyo número, entre 2005 y en lo que va de 2009, ya suma 598 víctimas.