Organizaciones civiles católicas y políticos del gobernante Partido Acción Nacional (derecha) organizaron protestas en varias ciudades del país en contra de la despenalización del aborto en la ciudad de México, a unas semanas de ser discutida su constitucionalidad en la Suprema Corte de Justicia. Frente a las movilizaciones “pro vida”, legisladores de izquierda de la ciudad demandaron a la Corte no dejarse influir y respetar el Estado laico.