Cuatro niñas, de entre 10 y 14 años fueron abusadas y embarazadas por parientes cercanos. Por casos como éste, médicos y defensoras de las mujeres testimoniaron sobre los efectos de la prohibición del aborto terapéutico ante una delegación de Amnistía Internacional (AI), la cual, en voz de Kate Gilmore, alto cargo de AI, anunció una campaña internacional para restituir este derecho, mientras calificó la proscripción de «cruel y cínica».